VIDAS AGENDADAS
No
quiero ser como esa gente
que
toma nota de la vida,
despedazan
el día en 24 partes
y le ponen obligaciones a las horas.
Esas
pobres vidas de agenda
siempre
con los renglones ocupados
El
Hambre es a las doce
El
Sueño por las noches
y para el amor basta un rato a la semana.
No
quiero estupideces de modales,
esconder las emociones, tenerle miedo a los extraños,
y
sobre todo:
no quiero seguirles la corriente.
Trato
de no ser el engranaje
de
ninguna maquinaria destructiva,
ni que
acribillen mis ojos
con sus
coloridas propagandas de veneno.
Me
declaro fuera de concurso
o
despedida,
pero
no me anoten en ninguna lista ni escriban mi nombre en sus papeles.
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