Negro oscuro
Cómo hay días donde todo se
va al carajo, te abandona la energía,
se ve y se siente todo negro
oscuro.
Todas las preguntas, los si
hubiera,
los recuerdos sin querer
acomodarse de la buena manera,
las frases que quedan grabadas
en la memoria y que uno quisiera borrar de un manotazo,
hubieras querido decir la
palabra justa, y no.
No fue posible hacer más de
lo que se hizo, no hay manera, porque así es la vida:
nos va sucediendo y con
suerte, solo mas tarde la entendemos, la reparamos –si se puede-
o sino hay que aprender a
vivir con lo vivido.
Pero el negro oscuro es
también un territorio de grandes hallazgos, te lo juro.
En esas hondedades,
en esas
penas que nos atropellan en los momentos menos pensados
hay también un gran poder de
curación,
es como si esas olas, que dan miedo, o dolor,
también tuvieran la promesa
de llevarte más allá, a lo que sigue de la vida.
Por eso te digo: no te
resistas, porque todo el dolor te hace crecer.
Como te hace crecer, también, la alegría.
Y a crecer para encontrar nuestra verdad es, quizás, a lo
que hemos venido.
Que cada uno de nosotros
encuentre, cuando nos toque la última hora,
su propia verdad.
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