Rutinas de salvamento

Así como un hombre viejo se fabrica rutinas
para engañar a la desmemoria,
yo me aferro a las mías
para que no me asalten los recuerdos,
esos asesinos con puñales
que salen del fondo de la noche.
Y así vivo mis días:
esquivando con cuidado ciertos pensamientos,
distrayendo las penas para siempre
con un montón de pequeñas preocupaciones cotidianas;
exigiendo  a mi cuerpo un enorme esfuerzo
para ganar los cuatro pesos
que pagan mi techo y mi comida,
pero más que nada
la seguridad de caer rendida por las noches
a salvo de las trampas
de la soledad y la tristeza.

bg (méxico mayo 2016)

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