15 de Noviembre (el cumpleaños de mi viejo)
Me acuerdo de mi viejo cada vez que como langostinos,
cuando prendo la parrilla
cuando estoy manejando en México city y tengo miedo de perderme.
y a veces, lo recuerdo muy especialmente
cuando me oigo a misma decir una frase lapidaria,
digna de él.
Cuando se me rompen los anteojos y los ato con alambre,
y cuando salgo a la calle en pantuflas.
Mi padre, ese misterio que paso por mi vida
y dejo tantas huellas.
Me acuerdo de mi viejo y me sonrío
porque hace mucho tiempo que hicimos las paces
y lo llevo conmigo.
( para vos de tu Vizcacha)
Esto sí que es una agradibilísima sorpesa!!
ResponderEliminarYo también tengo unos recuerdos entrañables, y eso que lo pude disfrutar tan poco! Pero su paso por este mundo fue realmente muy muy fugaz. Demasiado.
No puedo creer o mejor me alegra inmensamente que nuestros universos se crucen en los lugares más sensibles!
Pienso en aquellas noches largas amodorrada entre ustedes, mis hijos, inventando historias con unos pericos hechos en papel de diario.
ResponderEliminarApenas caída la tarde, que era noche, estoy a la espera de mi hombre que llegue, estoy feliz con mi vida. Veo las caritas inocentes y ansiosas; sentados en el suelo como hacen los niños frente un escenario de títeres. Y yo aúllo como un lobo o me río como un hada, o canto desafinada, canciones infantiles atroces, mientras ustedes, apenas despuntando la infancia, ríen y también lloran, como si los muñecos de papel tijera cobraran vida cada vez. El ambiente está templado con la estufa de kerosene, mientras la escarcha ha cubierto las ventanas.
La llegada del padre anuncia el fin de la función y entonces, todo es pura alegría: los abrazos, las risas, el pan fresco, la sopa de sémola y la radio encendida.
En ese lugar en el que transcurrían aquellos días, él mi héroe.
Gracias por salir del closet con este blog. Un placer poder leerte¡ Aun que a veces duela , siempre es un placer...
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